domingo, 16 de febrero de 2014

El destino de los relojes de la cuenta regresiva del Bicentenario.

   Partiendo del lamentable enunciado aquel de que "eso solo pasa en México" comenzaré diciendo que recientemente visite el pueblo de La Antigua en el estado de Veracruz motivado por ver las primeras construcciones españolas levantadas en México. Legar allí fue fácil pues en la terminal de segunda clase en el puerto de Veracruz cada media hora sale un autobús que va sea para Cardel que para Xalapa y, justo luego de pasar la caseta de peaje está la parada de La Antigua, es cosa de caminar un kilómetro para llegar al pueblo.

   Fue en la Semana Santa de 1519 que Hernán Cortéz llega a este punto en México. Su primer contacto lo tuvo en Cozumel, luego en Xicalango, actual Frontera, Tabasco, para llegar a la desembocadura del río de los Colibríes o Huitzilapan. Harían una fundación rudimentaria en, la primitiva Villa Rica de la Vera Cruz, para, en 1525, ya con cuatro años de haber sometido a la gran Tenochtitlán, mover el asentamiento a ese primer sitio, junto al Huitzilpan, Veracruz se mueve por primera vez. Para 1600 se haría un segundo cambio, Veracruz sería ubicada en el sitio en donde actualmente está, haciéndose entonces la diferencia entre la antigua y la nueva población, nace entonces el nombre de La Antigua. Sitio en donde Cortés construiría su primera de las muchas que tuvo en lo que el llamó como Nueva España.

   Cuando vi lo que vi caminando por las calles de La Antigua, pensé que la razón de colocar aquí un emblema del Bicentenario era para darle sentido a aquello del principio y fin, pues, considerando como principio de la dominación española con la llegada de Cortés, y el final con el inicio de la guerra de Independencia, sería ese el justificante para incluir a La Antigua dentro de toda aquella parafernalia y "muebles urbanos" que a lo largo del 2010 vimos por muchos lugares de la República Mexicana, pero no es eso, estoy pecando de buena gente al pensarlo.

   La Antigua guarda varios tesoros, uno de ellos es esta casa. Una de las primeras obras levantadas con el concepto de la arquitectura llegada de Europa al Nuevo Mundo, más aun, la primera construcción civil que se levantó en el Continente Americano. 

   La otra es esta capilla, dedicada a la virgen del Rosario, de corta dimensión con su espadaña y delimitada con esa barda en la que más que almenas protectoras, características de las ideas medievales con que se llegaba, era simplemente para darle el espacio que sus necesidades requería. Y es justo allí en donde, para mi sorpresa, y seguramente para ti que ahora ves esto, encontré un objeto en el total olvido y abandono:

  Recordarás que, para los muy deslucidos festejos del Bicentenario, se implementaron varias cosas. Una de ellas fueron los relojes de cuenta regresiva, en el que se marcaba el momento en en que nuestro país llegaba a los 200 años de haber iniciado su movimiento de Independencia. De esos relojes se mandaron hacer uno para cada capital de cada estado de la República Mexicana, que son 31, más dos para el Distrito Federal, y uno adicional para Guanajuato que fue colocado en Dolores Hidalgo, lugar en donde comenzó la revolución de Independencia.

  Leo una nota de El Universa de Lilia Saúl, publicada el 26 de abril de 2011: "De los 34 relojes de cuenta regresiva que se instalaron a partir del 2008 en las Entidades Federativas (uno adicional para el DF y otro más en Guanajuato) por parte de la Agencia Turissste y cuyo costo fue de 11 millones 726 mil pesos, al día de hoy la mayoría se encuentran sin utilizar y se desconoce el uso final que se les dará". (Para leer la nota completa, entra aquí).
  Así pues, si por 34 relojes se pagó esa suma anotada, quiere decir que cada uno costó $345,000.00 pesos, y su paradero lo estamos viendo... pero cabe la pregunta ¿vinieron a tirar desde Xalapa este reloj de cuenta regresiva hasta La Antigua? ¿Habrá habido un motivo en particular lo hicieron hasta acá y no se conservó como recuerdo en la capital veracruzana? Un caso curioso, no cabe duda.

  Y para echarnos a perder la tarde será bueno recordar lo que durante el Bicentenario, aparecieron unos muebles urbanos, esos se colocaron por todos lados, seguramente fueron varios cientos, de ellos dentro del programa "México es mi Museo", esos que estaban patrocinados (supongo) por las empresas de telefonía celular. Pues esos, corrieron el mismo destino que los relojes, como muestra tengo esta foto que tomé en Acanceh, Yucatán, justo en la zona arqueológica del lugar.


1 comentario:

  1. Los anuncios de telefonía nunca funcionaron (por lo menos en Puebla), yo intente enviar el mensaje y conocer "que paso en algún lugar", solamente te enviaba un mensaje de "servicio no valido".

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