miércoles, 20 de abril de 2011

Las Cabezas de Águila desaparecidas en Durango. Números 233 a 236.

"Como si fueran cualquier trozo de piedra, dos 'estelas' de la Ruta de la Independencia se encuentran en una finca en ruinas en Mapimí, Durango". Así comienza una nota del periódico El Siglo de Torreón, publicado por Sandra Silva el 21 de marzo del 2011. Lamentablemente este es otro de los tantos casos que se han presentado a lo largo de la Ruta de Hidalgo. En ocasiones por desconocimiento, en otras por desatención, muchas de las Cabezas de Águila han ido desapareciendo del lugar donde fueron colocadas hace ya 51 años pero, peor aun, es el caso que ahora vemos en Durango, en donde de plano fueron abandonadas desde el momento que se ideó la conmemoración del Sesiquicentenario con las estelas que ahora, con motivo del Bicentenario, estamos recorriendo.

Es bueno recordar que hay varias poblaciones que a sabiendas de la importancia de los monumentos las han rescatado o reemplazado para que estén, como deben de estar, en el lugar en donde, de acuerdo al proyecto de don Adolfo López Mateos y de don Jaime Torres Bodet y que nos recuerdan a todos los mexicanos el rumbo que siguió, en el caso específico de Durango, en penosas condiciones don Miguel Hidalgo y Costilla y demás jefes insurgentes.

"Las dos esculturas fueron localizadas en la finca que está a un costado del Museo de Miguel Hidalgo en Mapimí. Las autoridades municipales informaron que las piezas se encuentran en custodia hasta que la Federación las solicite para su instalación. Sin embargo, ya ha pasado medio siglo y ni las autoridades educativas ni culturales se habían percatado de este 'olvido' en la entrega de los monumentos del paso de Miguel Hidalgo desde el inició de la Independencia y hasta su fusilamiento. Estos emblemas del 150 aniversario de la Independencia de México fueron repartidos a las Secretarías de Educación de los estados por donde atravesó el Cura Hidalgo para que las instalaran sobre unos pedestales de piedra. Las Secretarías de Gobernación de los Estados estarían encargadas de verificar que los monumentos fueran instalados correctamente. Pero en el Estado de Durango olvidaron dos en Mapimí; que según algunos historiadores, podrían pertenecer una a La Zarca y la otra a Villa Hidalgo, Durango.

Autoridades escolares fueron consultadas para aclarar este hallazgo; sin embargo, con gran asombro, dijeron desconocer esta situación y aseguraron que investigarían bien la historia de las 'estelas' para lograr dar con los responsables del abandono de estas piezas, que son patrimonio nacional. "Si yo me hubiera enterado que estas piezas están abandonadas, las hubiera recogido para ponerlas en una escuela", comentó Julio Roberto Méndez, titular de Comunicación Social de la Secretaría de Educación del Estado de Durango en La Laguna, quien luego se retractó cuando se le recordó que son patrimonio de la nación. Dejó en evidencia que existe una 'laguna' de conocimientos sobre la historia que envuelve a la República Mexicana y la Región Lagunera. El funcionario estatal aseguró que estará pendiente del proceso para rescatar estas piezas y sean instaladas donde se estipuló desde un principio; pues son una representación muy importante de la Independencia del país. Historiadores de la Región aseguraron que es importante rescatar las piezas, restaurarlas y ubicarlas adecuadamente." (1)

Estas dos Cabezas de Águila olvidadas corresponden a la Hacienda de la Cadena y el Rancho de Pelayo, ambos en el municipio de Mapimí, ya que el recorrido que siguió el cura Hidalgo, de acuerdo al estudio realizado para su colocación en 1960 estableció los siguientes puntos (todas ellas están desaparecidas):

233 Hacienda de la Cadena

234 Rancho de Pelayo

235 Rancho de Sanjuárez

236 Rancho de San Antonio



El jueves 18 de abril de 1811 "a las cinco de la mañana prosiguen su escabroso camino con dirección a la Hacienda de la Cadena, rumbo a la Hacienda de Cerro Gordo, pasando previamente por Pelayo, jurisdicción del municipio de Mapimí, continuando su viaje por los Ranchos de Sanjuárez y San Antonio, quedándose en este punto a pasar la noche". (2). Me llama la atención que en el artículo periodístico mencione la Hacienda de La Zarca como sitio por donde los Insurgentes en calidad de rehenes pasaron, siendo que en esa hacienda el único hecho histórico que sucedió, relacionado al paso de un personaje, fue con Benito Juaréz. La idea me remite a lo que experimenté cuando visitaba la Hacienda de Atequiza, en Jalisco, en donde, al preguntar sobre las Cabezas de Águila me refirieron a una placa, ya oculta, por cierto, de la presencia de don Adolfo Ruiz Cortines por la zona. Esto nos comprueba que cuando en México se habla de historia, se habla de un auténtico batidillo de tiempos, épocas y circunstancias.

Fuentes:

1.- Silva, Sandra. Artículo publicado en El Siglo de Torreón el 21 de marzo 2011, "Abandonan dos estelas".






2.- Jiménez de la Rosa, Felipe. Ruta de Hidalgo 1810-1811. Lápiz y Papel de México. México, 1960.

1 comentario:

  1. Interesantísimo tu artículo Benjamín. De plano olvidé este fin de semana consultar el audio de una entrevista, pero al leer tu entrada, recuerdo que el señor de la plaza claramente nos dijo que ne La Cadena había otra Cabeza de Águila, al igual que en otros lugares más adelante. ¿Será cierto esto que nos dijo? y, por lo tanto ¿entre marzo del 2011 y el día de hoy se habrán instalado correctamente estas dos Cabezas? No lo sé, pero es una lástima que haya leído este artículo tuyo unos días después de andar por Mapimí. De otro modo, sin duda hubiera ido a La Cadena, en caso de existir vestigios de esa zona... Lo voy a buscar en una carta del INEGI, y veré cuando puedo ir a investigar, o al menos tratar de tener acceso a la finca donde se supone están las Cabezas.

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