miércoles, 13 de abril de 2011

Indalecio Allende y Antonia Herrera, personajes que participaron en la Guerra de Independencia


La lista de las mujeres que participaron en la guerra de Independencia de México ha ido creciendo al tiempo que hemos ido recorriendo la Ruta de Hidalgo en este espacio electrónico. El día de hoy estamos ante un personaje del cual no se sabe mucho, como sucede en la mayoría de los casos en donde se hace referencia de una mujer, en donde sabemos en ocasiones solo su nombre y algún dato adicional, en otras, que es la mayoría solo nos llegamos a enterar de su apodo o su nombre de pila.

Antonia Herrera pasa a la historia de México por haber participado activamente en el movimiento de insurrección, de sus actos poco se sabe pero está presente en un momento crucial, el 21 de marzo de 1811 justo en Acatita de Baján ya que se dice, viajaba en el séptimo de los carros aprehendidos, donde viajaba junto a su marido y su hijo, es decir, junto a Ignacio e Indalecio.

"La mujer que acompañaba a Allende todas partes muy probablemente era la madre de su hijo Indalecio: Antonia Herrera. Al respecto cabe recordar lo dicho por Arteaga, Benito A. El héroe olvidado: razgos biográficos de don Igancio Allende. México. SEDENA. 1993, p. 21 "a la edad de 22 o 23 años amó con verdadera pasión a una señorita cuyo nombre omito, en la que tuvo un hijo por nombre Indalecio, y sin duda, se habría casado con ella; pero don José María Unzaga, a quien respetaba como padre, se lo impidió constantemente y tuvo que prescindir, aunque muy a su pesar, de pretensiones y limitándose a recoger a dicho su hijo, que reconoció públicamente".(1)

De Ignacio Allende sabemos que nació en 1769, hijo de don Domingo Narciso de Allende y Mariana Unzaga de Fuentes y que cuando contaba los 23 años fue cuando nació Indalecio, esto nos indica entonces que fue en 1792 el nacimiento de Indalecio, consecuentemente para 1811 él, Indalecio, contaba con 17 años.

Fue en abril de 1802 cuando Ignacio Allende casa formal y cristianamente con María de la Luz Agustina de las Fuentes, joven viuda de don Benito Manuel Aldama, todos vecinos de la villa de San Miguel el Grande. A los seis meses muere María de la Luz quedando Ignacio Allende viudo pero, de él leemos que "se caracterizó de aventurero, había tenido antes de casarse varios hijos naturales, aunque no fue desobligado, pues tal parece que estuvo al pendiente de ellos, y jamás negó su paternidad. El primer hijo fue Indalecio, a quien tuvo con doña Antonia Herrera, y posteriormente con otras dos señoras tuvo a Juana Allende y José Guadalupe Allende". (2)


Recuerdo haber oído una vez un comentario por parte del Cronista de Salamanca, Juan José Rodríguez que el ya finado Cronista de San Miguel Allende le comentó en una ocasión que una de las mujeres con quién Allende había tenido descendencia era originaria de Salamanca, Guanajuato, pero no estaba corroborado el dato. Sería interesante saber si se trataba, efectivamente de Antonia Herrera. Tarea por demás difícil pues son pocos los datos que de ella tenemos y, pensando que fue la madre de Juana o de José Guadalupe o de una cuarta hija, de nombre Mariana, la cosa se complica aun más pues desconocemos de ellas hasta el nombre.

Partiendo de la idea de que en ese siglo XIX que apenas llevaba su primera década el modo de pensar y de actuar era muy diferente al actual, me llama sobre manera un pasaje que, sobre Indalecio, nos relata Pedro García, uno de los pocos, sino el único que dejó testimonio escrito de su participación al principio de la guerra de Independencia; el cual me deja la duda si fue una acción imprudente por parte de Allende el haberle regalado un brioso corcel a un joven de tan solo 17 años o, efectivamente, la casta la había sacado en pleno y de ahí que ostentara el grado que en el ejército Insurgente se le dio:

"Hubo un incidente, pequeño al parecer, pero que dio motivo a un rompimiento antes de tiempo y que impidió altas determinaciones muy necesarias. Es el caso que habían regalado a Indalecio, hijo de Allende, un bello caballo, que quiso montar aquel día (17 de enero de 1811, Batalla del Puente de Calderón) para entrar en batalla, y como el referido Indalecio tuviera que ir a comunicar una orden de Allende al general Arias, que mandaba la derecha, se dirigió por el frente de la línea: se alborotó el caballo, que era bastante fogoso y además duro de boca, y como había de tomar por otra dirección, lo hizo por el frente que ocupaba el enemigo. Advirtiendo de esta ocurrencia el jefe del centro, destacó inmediatamente diez hombres de caballería que fueran en su alcance; estos lograron hacer volver el animal en dirección opuesta, pero fue preciso acercarse mucho a la línea enemiga, que estando ya preparada, sólo esperaba una oportunidad para romper sus fuegos. Creyó desde luego que aquellos diez hombres, en una carrera precipitada, podía bien ser un ardid para llamar la atención por aquel rumbo, así fue que hubo algunos disparos de fusil y otros de cañón que no hicieron daño alguno". (3)

Pedro García vuelve a mencionar la presencia de Indalecio hasta el crucial día del prendimento en donde narra la manera en que es asesinado practicamente a quemarropa, siendo sus padres, don Ignacio Allende y Antonia Herrera testigos de tan trágico acontecimiento. Sobre sus medios hermanos no tenemos muchos datos, solo se menciona como punto de referencia el lugar donde una hija de Allende vivía en la ciudad de México: "Doña Josefa (Ortíz de Domínguez) muere de pleuresía, en la calle segunda del Indio Triste, el dos de marzo de 1829 y fue sepultada, a petición suya, en la Iglesia de Santa Catalina, donde residía una hija de Ignacio Allende, de madre desconocida". (4) Quizá se está refiriendo a Juana María, quién en 1869 se dirige al entonces presidente Benito Juárez solicitándole le sea pagada la pensión de 60 pesos mensuales que le fue otorgada el 11 de noviembre de 1868 por decreto y que a la fecha no se le había entregado nada, en la carta la hija de Allende menciona su avanzada edad y los achaques que está padeciendo, comentando que le queda poco tiempo de vida y al parecer, estaba en gran necesidad. (5)

Otro hijo varón fue José Guadalupe, de él sabemos que participó en la guerra de intervención pero no más. Finalmente encontramos que Allende tuvo una hija más, de madre desconocida, ella se llamó Mariana Allende, casa en 1815 con Francisco Lojero en el pueblo de Dolores, Guanajuato. Ella lleva el nombre de su abuela y de su tía.

Se dice que Ignacio Allende fue el quinto de los hijos del matrimonio Allende Unzaga, pero tenemos los datos que lo muestran como el cuarto: 1.- José de la Luz, nacido en 1763; 2.- María Josefa en 1765; Domingo José en 1766; José Ignacio en 1769; María Manuela en 1770 y Mariana en 1772.

"Así la caravana en la que venían los Insurgentes fue emboscada y los miembros de los carruajes que integraban el convoy fueron amarrados y hechos prisioneros. En el sexto coche venía Allende, con su mujer, su hijo y otros acompanantes". (6) "Esto sucedió con el general Arias y el hijo de Allende, Indalecio, que iban juntos. Este joven tan resuelto y tan valiente, no pudo sufrir semejante intimación. Por de pronto creyó ser una chanza, como algunas veces había sucedido, más luego que salió de su error tomó una pistola y desde dentro dirigió un tiro al soldado que más se acercaba, en consecuencia de lo cual los veinte soldados dirigieron sus tiros a la caja del coche, dando por resultado la muerte de Indalecio y el romper una pierna al general Arias, que al fin murió en la noche". (7)


Con motivo del Bicentenario, el Gobierno del Estado de Nuevo León publicó un libro en el que rescata los personajes que en ese estado participaron en la guerra por la independencia. Lydia Espinosa Morales cuenta de una mujer que luego de cantar amenamente en Saltillo a los Insurgentes, la invitaron a que continuara con ellos para que, en esos momentos tan tensos que vivían les alegrara las tardes con su canto, la mujer aceptó y siguió con el grupo en uno de los carros que serían detenidos en Acatita de Baján. Me surge la duda si esta mujer es la que se dice viajaba junto a Allende y no lo era Antonia Herrera. (8)
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Fuentes:


1.- Flores, Imer B. Las proclamas y proezas de los primeros caudillos de la Independencia: la causa de Ignacio Allende, y los casos de Juan Aldama y José Mariano Jiménez. Biblioteca Jurídica. org

2.- Semanario Chopper de Guanajuato. Efemérides de Guanajuato, 9 al 15 de abril. Sito Electrónico.

3.- García, Pedro. Con el cura Hidalgo en la guerra de Independencia. SEP/FCE. México, 1982

4.- Orozco Sosa, Gabriela. Vencedores y vencidos, lo que no se cuenta de los personajes de la historia de México. Quarzo. México, 2002.

5.- Carta dirigida al presidente Juárez. 500 años de México en documentos. Sitio Electrónico Biblioteca TV.


6.- Flores, Imer B, op cit

7.- García, Pedro. op cit . 8.- Espinosa Morales, Lydia. Episodios de la Independencia en el Nuevo Reino de León. Fondo Editorial Nuevo León. Monterrey, 2010.

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