jueves, 21 de octubre de 2010

Guadalajara y Guanajuato, la misma historia, pero en ángulos diametralmente opuestos, noviembre 26, 27 y 28 de 1810

El propósito de este sitio es seguir la ruta que llevó don Miguel Hidalgo desde que dio el “Grito de Dolores” hasta su trágico desenlace, solo que, es bueno tener el panorama completo de lo que estaba sucediendo con los otros personajes principales de esta historia, Allende, Aldama, Abasolo y Jiménez pues, mientras el cura Hidalgo gozaba de fastuosa recepción en Guadalajara, los Insurgentes en Guanajuato se encontraban en un momento crítico el cual los forzó a dejar la plaza para reunirse junto a Hidalgo y seguir de ese modo, todos juntos física que no intelectual ni moralmente en Guadalajara.


“Hoy lunes, (26 de noviembre) , por la mañana, el general Calleja hace juntar a todos los carpinteros de Guanajuato para fabricar horcas, las que hace colocar, además de la que ya se encuentra en la plaza mayor, frente a la Compañía, en la de San Diego, en la de San Juan, en la de Mexiamora y una en cada plaza de las minas principales.

En consecuencia, son pasados por las armas en la Alhóndiga de Granaditas, 23 individuos, entre ellos el administrador de tabacos José Francisco Gómez, ayudante mayor de infantería y que recibiera de Hidalgo el empleo de intendente de la provincia, y Rafael Dávalos, quien fuera comisionado por Hidalgo para fabricar cañones, con el nombramiento de capitán de artillería con el grado de coronel.


Entre las cuatro y cinco de la tarde de ese mismo día, Hidalgo es recibido triunfalmente por las autoridades y el pueblo de Guadalajara. Más tarde se aloja en el magnífico Palacio de los Intendentes. Al contemplar en la cabecera del salón principal el retrato de Fernando VII, manda que se remueva de allí” (1). Será bueno recordar, a este punto, la imagen que apareció cuando veíamos la Cabeza de Águila colocada en Salvatierra, en donde conocimos del personaje apodado “la Fernandito”, dimos cuenta ya de su vida, de Mariana de la Campa; entonces nos hace reflexionar. Si ella era asociada a Fernando VII y corría el rumor de que era él ese misterioso personaje que lo acompañaba, ¿cómo es posible, entonces, que mande retirar su retrato? Y… recordando su arenga en Dolores, cuando en el “grito” decía ¡Viva Fernando VII!, la pregunta cabe otra vez, ¿cómo es ahora que mandaba retirar su imagen? ¿Soberbia por parte de don Miguel acaso?


Ya para el martes 27 de noviembre “queriendo causar el máximo terror, el general Calleja sortea diez y ocho individuos del pueblo de Guanajuato, ahorcándoseles en plaza a la entrada de la noche. Ese mismo día, desde Guadalajara, el Generalísimo expide para el cura de Ahualulco, José María Mercado, el nombramiento de comandante en jefe de las tropas insurgentes en San Blas y en la región de Nayarit.


“En vista de que Hidalgo no acude a las citaciones que se le han formulado, el inquisidor fiscal formula un escrito pidiendo que se le declare rebelde y contumaz, señalándole el plazo de diez días para que comparezca ante el tribunal. (Mientras tanto en Guanajuato), por la tarde de ese día son ejecutados en la horca de Granaditas, Casimiro Chowell, administrador de la mina de Valenciana y coronel del regimiento de infantería levantado en ella; ramón Ayala, cuñado de Chowell, con otros cinco individuos, por su participación en la toma de Guanajuato a manos de las tropas de Miguel Hidalgo” (2) esto sucedía el miércoles 29 de noviembre.


Fuentes:

1 y 2.- Martínez Álvarez, José Antonio. Miguel Hidalgo, marcha de la libertad. Consejo Consultivo Editorial del Bajío. Celaya, 2008.


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