domingo, 18 de marzo de 2012

El momento crucial anterior al Grito de Idependencia: El olvidado Ignacio Pérez.

En todo gran acto siempre se sabrá de los personajes principales, esos son los que pasan a la Historia, incluso escribiendo sus nombres con letras de oro. En cambio hay otros que, a pesar de que su participación es crucial para el desarrollo de, en este caso, el adelanto a la fecha programada para comenzar el movimiento de insurrección, el cual se pensaba hacer el 29 de septiembre. Luego de casi cien años vendría la idea, no del todo patriótica de Porfirio Díaz de iniciar los festejos de la Independencia el 15, adelantándose un día más el inicio de la gesta pero, al conocer la vida del héroe que hoy nos ocupa, bien podemos pensar que ni 15 ni 16 fue el día del inicio, sino el 13 de septiembre de 1810, ya muy entrada la noche sería el momento en que comienza lo que no terminaría sino despues de once largos años. Nos referimos a Ignacio Pérez, alcaide de la cárcel de Querétaro. Lo que vemos en la fotografía es un detalle del monumento a la Corregidora que se encuentra en la ciudad de Querétaro, en donde aparece justo este personaje montado en su caballo y a toda velocidad pues, la conspiración había sido denunciada...

En la fotografía, que tomé del sito Egmagister, vemos la casa del Corregidor de Querétaro, sitio donde se ubicaba la cárcel.

"Los humildes deben darse por satisfechos si su nombre siquiera no llega a ser olvidado, porque las más veces quedan en la categoría de los héroes anónimos, para quienes las generaciones venideras no tienen ni siquiera un recuerdo.

"En esa categoría de los humildes debemos clasificar al Alcaide de la Cárcel de Querétaro, Ignacio Pérez, que prestó a la causa de la Independencia servicios tan importantes como el que fueron que estallase la revolución de Dolores y no quedase la conspiración ahogada en su cuna como sucedió con la de Valladolid.

"Sin el concurso del Alcaide, Allende e Hidalgo habrían sido aprehendidos como lo fueron los González, el Corregidor y los demás comprometidos de Querétaro, y aunque al fin habría estallado el movimiento, ya que las circunstancias lo exigían, habríase demorado algún tiempo, y acaso hubiera sido reprimido con violencia. Dadas las precauciones que las autoridades virreinales se habían visto obligadas a aportar. En vista de la frecuencia de las conspiraciones, que se sucedían en diversos puntos de la Colonia.

"La circunstancia de haberse prestado Ignacio Pérez a obedecer tan de buena voluntad y con tanta diligencia las órdenes de la Corregidora indica que, como lo afirma el historiador Alamán, había tomado parte de la conspiración, lo que demuestra a su vez lo ramificado que estaba, ya que desde la primera autoridad civil hasta un empleado tan subalterno como lo era un Alcaide, estaban afiliados entre los conspiradores.

"Ignacio Pérez, por razón de su empleo, vivía en el entresuelo de la casa de la Corregidora, casa en cuya parte baja estaba situada la cárcel de la ciudad. Se encontraba retirado en su habitación la noche del trece de septiembre cuando oyó dar en el techo los toques convenidos con la Corregidora y que signficaban la ocurrencia de algún suceso importante. Acudió a saber de lo que se trataba, pero como el zaguán había sido cerrado con llave por Domínguez, Doña Josefa se acercó a la puerta y a través del agujero de la llave puso a Pérez en autos de lo que ocurría: la conspiración había sido descubierta y era probable que se procediera a la aprehensión de los complicados, por lo que era preciso avisar a Allende, que residía en San Miguel el Grande, para que se pusiese en cobro o adelantase el día del alzamiento. Este recado enviado a Allende indica que él era el tenido por jefe del movimiento y no don Miguel Hidalgo y Costilla como los historiadores modernos se empeñan en hacerlo aparecer.

"Pérez se penetró perfectamente de la gravedad de las circunstancias y prometió que se haría lo que se mandaba, pero no queriendo fiar a un tercero la suerte de la próxima revolución , él mismo fue a desempeñar la comisión, en la que empleó el resto de la noche, todo el día 14 de septiembre y la noche de éste, llegó a San Miguel el Grande en la madrugada del 15, dirigiéndose inmediatamente en busca de don Ignacio Allende. Este no se encontraba en la población, pues sabedor de que en Guanajuato había sido denunciado por Garrido, o llamado por Hidalgo, habría salido para Dolores. Pérez entonces se dirigió en busca de Aldama, al que dio conocimiento de lo que ocurría y que determinó salir inmediatamente para Dolores.

"La historia no vuelve a hacer mención de Ignacio Pérez, pues aun cuando Zárate afirma que acompañó a Aldama a Dolores, no prueba esta afirmación; es probable que así lo hiciera, pero en este caso hubiera tomado parte en los sucesos del día 16 y se hubiera visto mezclado en la revolución, siéndole muy difícil volver a Querétaro durante algún tiempo y recuperar su emple de Alcaide. Más probable es que regresase a Querétaro a dar cuenta de su comisión y a observar los acontecimientos; allí fue aprehendido, pues la declaración de Allende acerca de él fue determinante y después de sufrir prisión algún tiempo recuperaría su empleo de alcaide, en el que murió hasta mediados del siglo, pues Alemán afirmaba en 1849 que tenía poco tiempo de haber muerto.

"El oportuno aviso de la Corregidora, transmitido fielmente a Aldama por Pérez, acabó con las vacilaciones de los conspiradores y decidió al cura Don Miguel Hidalgo a lanzarse a la revolución, que estalló el 16. Si Pérez no se resuelve a ir en persona a San Miguel, acaso se hubiese frustrado aquella, pues al mensajero no se le habría ocurrido buscar a Aldama y no sabiendo a quien dar el recado que llevaba, habríase vuelto a Querétaro, con lo que los emisarios de Riaño, el intendente de Guanajuato, hubieran aprehendido a Hidalgo, a Allende y a los comprometidos que había en Dolores.

"Muy mala debe haber sido la suerte de Pérez o mucho su desprendimiento y humildad cuando realizada la Independencia no pidió ninguna recompensa por sus servicios y se conformó con seguir desempeñando el modesto empleo que antes tenía". (1)


Fuente:


1.- Villaseñor y Villaseñor, Alejandro. Biografía de los héroes y caudillos de la Independencia. Versión electrónica. Senado de la República, México, 2010.
http://www.senado2010.gob.mx/docs/bibliotecaVirtual/9/2652/2652.htm



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